Viajes por el mundo

El sábado 12 de marzo estuve en Quito. Quito es la capital de Ecuador. El nombre completo es San Francisco de Quito, y tiene 1.200.000 habitantes ( la segunda ciudad más poblada del país, después de Guayaquil ).

Quito está siutado en la Sierra Norte, a 2.850 metros sobre el nivel del mar y rodeado de una cadena de montañas, como el Guagua Pichincha, de 4.737 metros.

La ciudad está divida en la parte histórica y la parte moderna. La parte histórica fue declarada Patrimonio mundial de la Humanidad por la Unesco en 1978. En esta parte se encuentran algunas iglesias y monasterios construidos por los españoles en los siglos XVI y XVII.

Para llegar a Quito, primero tengo que andar una media hora hasta llegar a la Panamericana ( la carretera más importante de Ecuador y de muchos países de sud américa. ) Una vez ahí, hay que esperar algún bus con dirección a Quito, pararlo y subir. El bus te deja en la terminal sur, Quitumbe. Ahí tienes que coger el trole ( una especie de bus – tranvía ) que, con dos líneas, recorre Quito de Norte a Sur. Desde la estación de Quitumbe al centro histórico puedes tardar unos 45 minutos. Y a la parte nueva ( más al norte ), algo más de una hora.

Mi visita empezó por la parte sur, donde está la zona histórica. Bajé en la parada Santo Domingo, donde se encuentra la plaza y la iglesia de Santo Domingo. Esta iglesia es una de las 80 más viejas que hay en Quito. Se construyó entre 1580 y 1650. Es una iglesia muy bonita.

Después me dirigí a la plaza Grande o plaza de la Independéncia. En esta plaza se encuentra el Palacio Presidencial y la Catedral, y delante el Palacio Arzobisbal y la Alcaldía. Justo en la calle de al lado, está la iglesia del Sagrario, un bonito templo barroco que data de la segunda mitad del siglo XVII. Su facha fue restaurada después del terremoto de 1987.

Más adelante se encuentra la iglesia de la Compañía de Jesús, para mi la más bonita. De estilo barroco mestizo, coronada por cúpulas en verde y oro y con una gran arnamentación en la fachada. Se empezó a construir en 1605 y se terminó en 1768. El interior está formado por columnas y techos con artesonados que reflejan la influencia mudéjar o morisca. Además hay diez altares alrededor del principal, con un retablo de pan de oro.

En esta iglesia se tenía que pagar una entrada de 2 $ para extranjeros y 1 $ para nacionales. Al tener el censo, tuve que pagar solo un dólar.

Después continué mi visita por la calle Simón Bolívar hasta llegar a la plaza y la iglesia de San Francisco. Es una plaza muy grande, con una pequeña fuente a un lado y con la iglesia del mismo nombre arriba de unas escalinatas.

Su construcción empezó en 1534 y terminó 70 años más tarde. Es un gran edificio blanco con dos campanarios que coronan el pórtico de piedra.

Aunque en la guía dice que es una de las iglesias más bonitas de Quito, para mi fue una de las peores que vi, ya que estaba en bastante mal estado y mal cuidada.

Después subí una de las calles con casa de estilo colonial, pasando por al lado de la Iglesia de la Merced, también de fachada blanca, como la mayoría. Bajé por una calle hasta llegar a la plaza del teatro, una plaza pequeñita con su encanto.

Más adelante, subiendo por una calle con bastante pendiente, se encuentra la gran Basílica, impresionante por su tamaño. No había mucha gente en su interior. Será porqué está un poco desplazada del centro histórico.

Después me dirigí andando hasta el parque de la Alameda. No es el más grande pero es el que más me gusta. En este parque hay un observatorio astrónomico. Ahí cogí el ‘’trole’’ para ir a comer al MC Donalds. Al lado está la casa de la Cultura, un espacio donde hay un museo además de diferentes espacions con exposiciones. Cogí otra vez el ‘’trole’’ hasta el parque de la Carolina, uno de lo más grande de Quito, si no es el más grande. Tiene muchas pistas de deporte y siempre hay gente jugando y paseando. Después visité dos centros comerciales y por último, fui a hacer la compra y de vuelta para casa.

Hoy hace un mes que llegué a Ecuador. Ha pasado bastante rápido.

Creo que ya estoy del todo adaptada, tanto al horario como a las comidas. Los horarios son bastante diferentes a los de España, pero no a los del resto de Europa. Nos levantamos a las 6 ( ahora ya casi más a las 6.30h. ) y a las 7 empieza la guardería. Comemos entre las 12 o las 13, depende el día. A las 15-15.15h salimos. A las 20.00 solemos cenar ya, y sobre las 21.30 ya nos vamos a dormir. El primer día pensé que no podría adaptarme, pero ahora a las 21 ya tengo ganas de irme a dormir. Además, aquí se hace de noche pronto, sobre las 18.30 ( a las 6 de la mañana ya es de día también ).

De la comida, pues harta ya de arroz. Aquí para desayunar se suele comer arroz con algo ( casi como en el almuerzo ). Aunque también hay pan y a veces mermelada y queso, y leche con cacao ( leche caliente … sí, cada mañana tomo un vaso de leche recién hervida, caliente caliente … ). Para el almuerzo hay sopa de algo ( ya me empieza a parecer toda igual ) y arroz con algún tipo de carne. Hay bastante fruta también y los niños toman jugo ( zumo de alguna fruta ). Para cenar, casi siempre ( día si día no ) comemos pasta con salsa de queso o de tomate. El día que no hay pasta hay o espaguetis chinos, o huevos fritos o a veces galletas y leche, según las ganas de cocinar. Aunque ayer nos animamos e hicimos tortilla de patatas y patatas fritas ! ( es lo que pasa cuando cortas demasiadas patatas ).

Ya estamos instalados en la nueva guardería ( nueva casa de voluntarios ). Como era previsible, el espacio es muy limitado, sobretodo en el comedor / cocina. A la hora de comer hay muy poco espacio para poner las mesas y sillas y pasar de un lado al otro. Pero bueno, nos tendremos que adaptar.

Además, sólo hay dos baños, de los cuales los niños sólo pueden usar uno ( el otro es para los adultos ). Y sólo hay una ducha, tamaño pequeño, como de casa. En la otra guardería había dos WC adaptados a la altura de los niños y una ducha grande y un cuarto de baño grande donde cabían todos. Ahora hay que ducharlos por turnos y tardamos más.

Los materiales tampoco caben todos, aunque han intentado poner los más importantes, como la cocinita, el salón de lectura ….

Aún no estamos trabajando al 100%, nos estamos adaptando. Han pedido a los niños que si pueden vengan bañados ya para así no tener tanto trabajo, aunque dentro de nada ya tocará bañarlos a todos.

Ahora están acabando de organizar la programación según el nuevo horario, y organizando actividades de acuerdo a las programaciones correspondientes de una guardería. Al estar así, pues estamos bastante tiempo jugando, aunque ahora he hecho un material para enseñarles los números: unas hojas DIN A-4 con el número dibujado, el número escrito en castellano e inglés y dibujos según el número. La mayoría tienen ya 4 años y la mayoría también no saben los números del 1 al 10. Sí los saben ordenados, pero no separados. Y de escribir ya ni hablamos.

A ver si ahora que ya está todo más o menos organizado, hacemos ya actividades curriculares para que puedan ir avanzando.

Este fin de semana pasado hemos ido a Cuenca. Xavi, el compañero de piso, que es de Cuenca, estaba esa semana en Cuenca por motivos personales, así que el viernes Madlaina y yo fuimos para Cuenca. Cuenca está al sur de Ecuador, y se tardan unas 8 horas desde aquí. Desde la carretera Panamericana pasan buses directos a Cuenca pero entonces hubiéramos llegado a las 3 de la mañana o así, así que preferimos salir más tarde y así llegar pronto por la mañana y dormir en el bus.

Así que cogimos un bus en la carretera Panamericana en dirección a Riobamba ( también se puede coger el que va a Cuenca, o a Loja ) y tienes que decir que quieres parar en paso lateral en Ambato. Paso lateral es la carretera que pasa por fuera del pueblo, que es de donde salen los buses a Cuenca y otros sitios, así no tiene que entrar dentro del pueblo ( Ambato es una ciudad bastante grande ). Llegamos a Paso Lateral ( después de una hora y cuarto ) a las 8 de la tarde, y compramos el billete para ir a Cuenca ( 8 $ ). El bus salía a las 23.30. Cogimos el de más tarde por la razón de llegar pronto por la mañana. Desde las 8 a las 23.30 estuvimos donde las oficinas de los buses ya que no había casi nada más por ahí, y el centro estaba lejos para ir andando. Por suerte justo al lado había una carpa montada con un puesto de comida, que hacía como tortitas de queso, como un pan redondo con queso dentro. Nos comimos 3 en todo el rato.

A las 23.30 nos subimos al bus. Teníamos los asientos de delante de todo, al lado del conductor digamos, no detrás, así que veíamos toda la carretera.

Los asientos, al echarlos hacia atrás, se echaban hacia abajo, como en bajada, así que a cada frenada, nos deslizábamos hacia abajo. Además, la carretera era muy mala, la mayoría del trayecto en obras, con muchos baches y en un tramo, con mucha niebla. El bus igualmente, con niebla y en curva y en desniveles, adelantaba. Casi no pude dormir en toda la noche.

Llegamos a Cuenca a las 6.30 de la mañana ( media hora antes de lo previsto ) y nos enteramos del terremoto en Chile. Cogimos un bus urbano para intentar ir al centro, pero no sabíamos donde parar así que pensamos que el bus daría la vuelta y volvería a la misma parada donde lo cogimos, pero no fue así. El bus estaba a las fueras, así que cogimos otros y nos bajamos en la parada de la Universidad, que según nuestro mapa estaba cerca del centro. Esperamos hasta las 9 a que abrieran una cafetería que habíamos visto en la guía. 3,80 $ el desayuno básico, no muy barato, pero un día es un día: leche con cacao, pan con mermelada y un zumo de piña.

Después del tan esperado desayuno, continuamos visitando la parte histórica de Cuenca, después de haber pasado por la Oficina de Turismo. A las 11 decidimos coger el bus turístico, que por 5 $ hace un recorrido de 2 horas por Cuenca, subiendo incluso al mirador desde donde se aprecia toda la ciudad.

Fue un recorrido interesante, aunque hacia mucho sol y calor, y como era de suponer, me quemé.

Después de comer nos encontramos con Xavi y Emily ( otra voluntaria ) y dos primas de Xavi y nos fuimos a un centro comercial, al bar Sport, donde vimos el partido de fútbol Barça – Málaga ( mi único rato de televisión en un mes ).

Después queríamos ir a unos baños naturales, pero ya era tarde y cerraban a las 20.00, así que nos fuimos a un bar / restaurante bastante pijo, donde la especialidad eran las cosas dulces: batidos ( el de Oreo muy bueno ), pasteles, tartas, helados … Una vez acabada la cena – postre, fuimos a tomar algo en una calle donde había algunos bares con gente fuera tomando algo, y ya a las 12 al hostal a dormir, que al día siguiente teníamos que madrugar para ver dos iglesias por dentro. Aunque como era de esperar, no nos levantamos a las 7 sino a las 8.30, así que sólo pudimos ver deprisa la catedral nueva de Cuenca.

Después, 8 horas de viaje y de vuelta a casa.